Ex Alumno de la Escuela de Minas, premiado

Juan Mecchia Ortiz fue ganador de un Premio Nacional en Córdoba

 

*Nota de La Gaceta de Tucumán, Lunes 13 de Junio de 2011

 

Juan Mecchia Ortiz y Néstor Katz, en un laboratorio de la Facultad de Bioquímica. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA

El licenciado Juan Mecchia Ortiz obtuvo el Primer Premio al Mejor Trabajo de la Sección B (Química Inorgánica, Estructura y Reactividad en Compuestos de Coordinación y Organometálicos) del XVII Congreso Argentino de Fisicoquímica y Química Inorgánica, organizado por la Asociación Argentina de Investigación Fisicoquímica.

Así reza, palabras más palabras menos, el parte de prensa que motivó esta entrevista. Las "palabras menos" son las que forman el título del trabajo por el que Mecchia Ortiz obtuvo el premio, las que llevaron a que en el diálogo con LA GACETA se le pidiera que las convirtiera en "castellano básico". Junto con su director, el doctor Néstor Katz, investigador principal del Conicet y profesor titular en la Facultad de Bioquímica de la UNT, asumió el desafío. "Juan es licenciado en Química por la UNT, pero es jujeño", lo presentó Katz. Juan sonrió con timidez, y aunque nunca dejó de ser el científico riguroso que es, se disolvió la solemnidad que lo complejo del tema había generado.

Juan, además, es becario del Conicet y está haciendo su doctorado. Su andar por la ciencia comenzó temprano: ingresó a la Escuela de Minas "Dr. Horacio Carrillo", de la Universidad Nacional de Jujuy, de donde egresó como técnico químico. En 2003 fue seleccionado por "Expedición ciencia", una ONG formada por investigadores, educadores y estudiantes "apasionados por la ciencia, la educación y la vida al aires libre" (explica el sitio web), para participar de un campamento en Villa la Angostura. Y allí terminó de decidirse. A sus jóvenes 25 años ya tiene un buen camino recorrido. En el diálogo su voz y la de Katz se alternan y se complementan.

-Dicho para todo público: ¿en qué consiste el trabajo que recibió el premio?

- De alguna manera, en seguir el camino que abrió Rudolph A. Marcus, Nobel en Química 1992, por sus contribuciones a la teoría de la transferencia de electrones en las reacciones químicas -explica Katz mientras señala un póster que tiene a sus espaldas-. Transferencias de electrones se producen en la naturaleza constantemente. ¡Solemos decir que en el ballet de la química, el electrón es la primera bailarina! Por ejemplo, la fotosíntesis y la visión son dos de los innumerables fenómenos en los cuales la energía luminosa se transforma en otro tipo de energía, química o eléctrica, y eso se explica por transferencia de electrones de una molécula a otra. Lo que hacemos en el laboratorio es reproducir esos fenómenos artificialmente. 

- Trabajo con moléculas sencillas -toma la palabra Juan- y las voy modificando. Mi objetivo es lograr que cumplan ciertas funciones y necesito establecer qué requisitos deben reunir para lograrlo. 

- Esta debe ser la pregunta más frecuente de un no científico, Juan: ¿para qué? 

- Una de las aplicaciones prácticas está relacionada con el uso de energías renovables. Los paneles solares actuales son caros, porque en su mayoría están construidos a base de silicio cristalino. Nuestros experimentos con metales y semiconductores permitirán aprovechar la energía solar a un costo muy inferior. Yo trabajé con rutenio, que todavía es caro; ahora estoy experimentando con hierro, más abundante y barato. 

- Juan es muy buen expositor -afirma contundente Katz-. Es más: entre los requisitos para ganar el premio figuraba una presentación oral. Y él defendió su trabajo con precisión y claridad. 

- No es un rasgo menor en un científico ser capaz de comunicar lo complejo con sencillez. Permite que el público pueda relacionarse con un mundo que normalmente le es ajeno...

- El de la divulgación científica es todo un tema. Los científicos formamos parte de la sociedad y los avances de la ciencia, en definitiva, son avances de la sociedad. Muchas veces sentimos que cuando se piensa en cultura no se piensa en ciencia; se piensa en arte, en música... Saber de ciencias nos hace más cultos. Pero es cierto: hay un déficit y somos corresponsables de ello. Por eso nos interesaba contarle a Tucumán qué estamos haciendo. Quizás si la sociedad nos siente menos lejos comprenderá la importancia de lo que estamos haciendo... ¡Quizás hasta nos terminen subiendo el sueldo! (ríe) 

Juan asiente. Ya está más relajado. Se calza de nuevo los guantes, se despide y vuelve al laboratorio. Su director lo mira orgulloso. 

El dato que faltaba: el trabajo se llama "Síntesis y Propiedades Fotosensibilizantes de un Nuevo Complejo Polipiridínico de Ru (II): el Ion bis (2,2'-bipiridina)(4-metil-2,2'-bipiridina-4'-carbonitrilo) rutenio (II)". Y aunque sigue siendo difícil de pronunciar ahora, con la "traducción" disponible, es más sencillo arriesgarse.